había una vez
un puente hecho de pétalos
y piedras
no eran pétalos
tampoco piedras
eran difuntas
palabras vivas
resucitando
en el hervor de un miedo
el puente
unía dos orillas
kilómetros de absenta
y abuelos también nosotros
abriendo y cerrando los ojos
en una cárcel moraleja de temblores
a las 6 menos quince
de la tarde
bajo un castaño
que se inflaba
y se escondía
31° marcaban
los pájaros
el puente
era de madera
pero no cualquier
madera
la eternidad
no se mide por sus nudos
al amar
se mide abrigando
al que se duerme de lluvias
tan de silencio
tan de belleza
tan de te fuiste
cuando me quedé pasmado
en un alboroto de países
y de niñitos desvestidos
tres mil cadenas perpetuas
ocho mil millones de rutinas y anhedonias
y un post
que bordea siempre
el ataque de histeria
podrá nadie creer nunca
en nada
sois duros
como el alfabeto
de la poesía
aquí nadie
se muere
aquí nadie
pierde más de lo que sobra
aquí nadie se ampara por decencia
en los demás
aquí cada uno
cree lo que le conviene
olvidar
que no me importa delinquir
si delinquiendo
te alargo la vida
y me dices fantasma
dios te perdone el insulto
y yo el agravio
3 comentarios:
No conocía este blog tuyo Pili, enhorabuena porque me ha gustado mucho. He intentado registrarme como seguidor pero me da error, así que volveré de nuevo para intentarlo (no te libras de mi).
Desde el blog de la Tertulia Cofrade Cruz Arbórea te deseamos de corazón Feliz Navidad.
La que duerme de lluvias, si existe, hasta la eternidad...
aviso a los anónimos:
aquí nadie duerme.
aquí nadie debe dormir
aquí los anónimos son inexistentes.
aquí, a cara descubierta.
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