MARTA GRACIA BLANCO
¿Os acordáis, mis queridos inexistentes lectores, del duelo de espadas de Kill Bill?
Pensaba ahora, por razones que no vienen al caso, que las palabras son como las espadas del samurai. Hay que tener cuidado al emplearlas porque cortan. Y en un duelo de palabras, nadie sale indemne. Pero suele vencer el que sabe emplearlas mejor.